domingo, 24 de junio de 2012

Nací en Oaxaca a la edad de 12 años

























Me he puesto nostálgica, me he vestido con mi blusa y mi collar de Oaxaca, he tomado mezcal y he cocinado con albahaca.
De fondo El himno oaxaqueño "Dios nunca muere"



Habíase comprometido de antemano el Maestro Alcalá a componer una melodía especial; dedicada a la bandera de "rojo y gualda" que debía ser ejecutado precisamente a la hora en que la animación fuese más completa en los salones consulares. Llegó la noche del festival, así como el momento señalado; pasaba el tiempo y la orquesta sólo dejaba oir composiciones conocidas; acercose el Sr. Zorrilla al maestro e indicole que esperaba ver cumplidos sus deseos conforme a la promesa empeñada. " En este momento complaceré a usted" respondió Don Macedonio sin inmutarse. " Más sírvase dispensarme que no lo ejecute la orquesta, dado el caso que por mis ocupaciones no me fue dable hacer la instrumentación. Tocaré el violín y el Maestro Cosme Velásquez me acompañará en el piano. Gran impresión causaron estas palabras al Maestro Cosme Velásquez, porque sabía, como íntimo amigo que era de Don Macedonio, que este no había hecho nada. "Saldremos del compromiso" le dijo a media voz el negligente maestro. "Acompáñame en el piano: comenzaremos en Do mayor e irás modulando progresivamente los demás tonos hasta resolver en la misma tonalidad." Dicho y hecho; el maestro hizo vibrar las cuerdas del violín y un hermoso vals dejó admirada a toda la concurrencia. Al terminar, cuando la ovación fue estrepitosa Don Macedonio decía al Maestro Velásquez estas palabras: "Malhaya sea lo que mañana pueda escribir de lo que hoy hemos tocado". 





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